Las vías ferratas son un itinerario vertical que transcurre por paredes o zonas rocosas permitiendo superar grandes desniveles gracias a estar equipado con peldaños, agarres para manos, puentes, pasarelas, etc. También cuentan con un cable de seguridad a lo largo todo el recorrido para facilitar la progresión de forma segura.
Esta actividad se está consolidando como uno de los mayores atractivos de las zonas de montaña y atrae miles de usuarios año tras año dentro de las actividades de turismo rural. Pese a ello un accidente en una vía ferrata suele tener consecuencias muy graves y una fuerte repercusión mediática. Es necesario minimizar este hecho al máximo aportando seguridad a los usuarios a través del cumplimiento de las normas correspondientes. Ad Control certifica el cumplimiento de dichas normas.
Estas instalaciones cuentan con multitud de anclajes (expansivo o químico), puentes colgantes, cables de acero, etc. Por eso es necesario que sus usuarios dispongan de una información precisa de los posibles riesgos que pueden encontrar, así como la meteorología, el volumen de usuarios, rutas de descenso o posibles escapes.
Se trata de una actividad en auge cada vez más demandada por los amantes de la montaña y la aventura. De ahí el gran número de ferratas que se equipan y que en muchas ocasiones no cumplen con la normativa de seguridad establecida. Por este motivo se pueden considerar un riesgo para los usuarios y un foco de responsabilidad para los ayuntamientos, quienes en muchos casos son conocedores del equipamiento de estas instalaciones, las promocionan como atractivo turístico, e incluso las han pagado en parte.
En muchos casos, son los propios Ayuntamientos quienes las financian y/o las publicitan como reclamo turístico, lo cual les convierte en responsables legales de los accidentes por un mal estado o incumplimiento de las normativas Es muy importante que se diseñen conforme a la norma correspondiente, la UNE-EN 16869 de 2018. Como muchas de las ferratas existentes se construyeron antes de la publicación de esta norma, es necesario certificarlas para asegurar su cumplimiento.
La norma UNE-EN 16869 de 2018 indica cosas como el tipo y diámetro del cable a utilizar para la línea de vida, o la distancia entre dos puntos de anclaje. También se tienen en cuenta las condiciones de cálculo, resistencia de los escalones y otros factores importantes para la seguridad.
Si en la inspección se detectan fallos o mejoras necesarias en la instalación, se detallan en un informe para poder corregirlas y obtener el certificado de manera adecuada.
Si esta interesado en realizar una revisión y certificación de su vía ferrata contacte con Ad Control.